jueves, 13 de octubre de 2016

Mi vida no ha vuelto a ser la misma...no.

El era un chico de mi edad, más o menos… No podía creer que me hablase! Recuerdo que estuve mirando largo rato la foto de su perfil… totalmente embobada con su enorme sonrisa y sus brillantes ojazos marrones.

 Yo nunca fui demasiado popular, tampoco destacaba demasiado entre mis amigas. ¿Que veía él en mí?...no lo sabía entonces y eso me desconcertaba.
Estuvimos hablando durante una semana más o menos, recibir un mensaje suyo era el momento más importante de mi día.

Las horas en el cole eran eternas…sólo deseaba correr a casa, refugiarme en mi habitación, y chatear con él. Loli maullaba y se restregaba contra mis costillas el día en que por fin “mi príncipe” me invitó a salir.

“El gran día” quedamos de vernos en un parque, cerca de mi casa. Había soñado tanto con ese momento que no lo dudé un segundo.  Esperé pacientemente a que  mis padres se descuidaran; pues no me apetecía tener que darles explicaciones, ni discutir con ellos otra vez.

Me colé por la puerta de la cocina, y ansiosa me apresuré  a la calle…mi Loli maulló algo enredada entre mi s piernas, la acaricié antes de atravesar la puerta de salida.

Mi corazón latía con fuerza al llegar al parque…pero miré en todas direcciones y no había nadie.

Me senté en un banco a esperarlo, no podía creer que no viniera.

Luego de unos minutos de espera… un señor mayor, se acercó a mi banco. Me asusté; él dijo que venía de parte de Efraín; quien me esperaba en su coche.

Tenía que ir con él si quería verle. Pero no quise. Ese hombre me daba mala espina. Traía un pañuelo en su mano derecha, rápidamente  lo puso en mi cara.

Mi vida no ha vuelto a ser la misma…no, no he vuelto a mi habitación, no he vuelto a discutir con mis padres,  no he vuelto a acariciar a Loli. Nunca he visto a Efraín.






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