jueves, 13 de octubre de 2016

No lo dudes...

Puso en mi mano un anillo, con flores entrelazadas y una piedra naranjada en el centro. Era bonito. Pero mi corazón no anidaba ese tipo de sentimiento hacia él; sin embargo, delante de sus amigos no quise rechazarle.

Me había dado tanto y recibía tan poco. No pude evitar sentirme culpable y atrapada.

Luego, en un movimiento inevitable sus ojos azul profundo se posaron en los míos con aquella enorme alegría…para bajarlos bruscamente al piso. Tanto me cuesta disimular? Tan transparente soy?.


Entonces, en un movimiento desesperado por unir los trozos rotos de su alma, levanté su cabeza firmemente con mis manos y le planté un profundo y dulce beso en la boca.

No puedo permitirme perderlo…él es lo mejor que me ha pasado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario